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domingo, septiembre 06, 2015

EL BOTELLA

Cuando no sabes como ni cuando te convertiste en una carga...

Estimado:

          Supongamos que un día vuelves cansado a casa desde Madrid. Bajas en la parada de utobús ya oscura y diriges tus pasos hacia tu hogar. De pronto, y dada la ausencia de luz tus pies golpean algo que tu sientes va a caer unos cuantos metros más allá. Sientes unos pasos que se apuran y cuando miras a tu costado ves a un quiltro (perro mestizo de la calle) con una botella plástica en la boca que te mira con curiosidad. Entiendes que lo que pasaste a patear fue la botella y que el lo ha interpretado como un juego. Lo miras con simpatía y sigues. Cuando abres la reja de tu jardín y te volteas a cerrar, ahí esta de nuevo. Te ha seguido hasta tu casa y todavía tiene la botella en la boca. "pobre" piensas y entras. 
       Imaginemos que al día siguiente estas sacando tu carro del garage cuando sientes un ruido extraño bajo tus ruedas. Bajas para cerrar la puerta y descubres que lo que el carro a aplastado es una botella plástica y recuerdas al perro de la noche anterior. Un poco más allá bajo la sombra de un árbol descansa el can. Al verte levanta la cabeza y se incorpora. Tu te montas rápidamente en el carro y  te vas. Con el rabillo del ojo, lo ves como se queda mirándote sólo y parado mientras tu te alejas. Por la noche sales a sacar la basura y en la puerta del jardín hay botadas 3 botellas plásticas. Te agachas a recogerlas y el quiltro se acerca con cuidado. Te mira con humildad y alegría como diciendo "mira te traje más botellas para que juguemos como anoche." le sonríes con lástima y ternura. Y le dices " lo de ayer fue una casualidad" él, que no entiende, agita su cola fuertemente al oírte hablar y se acerca unos pasos. "ni lo sueñes" musitas  "ya anda a buscar otro amigo" y entras a casa. Una vez dentro la curiosidad te gana y volteas a ver si se ha marchado. Pero sigue ahí, como esperando que vuelvas a salir. Cuando asume que no habrá más, gira sobre si mismo y se recuesta contra tu reja. 
        Pensemos que a la mañana siguiente cuando sales de casa ya no son tres sino 5 las botellas plásticas en tu jardín. Que perseverancia, lo que hace la soledad!! Y él te mira con una expresión triunfante en su rostro. Te acercas a él mientras te agachas y el se mueve sigiloso hacia ti metiendo su cola entre las piernas. "huachito" y le sobas la testa "¿Que piensas que voy hacer con estas botellas? No puedes seguir trayendo basura a mi puerta, y aunque celebro tu postura proreciclaje, tampoco soy tu amigo, fue una simple casualidad, era de noche y yo patee la botella sin querer, no quería jugar contigo. Además no puedes quedarte a vivir en mi antejardin anda a buscar más perritos callejeros para que te hagan compañía" mientras continuas acariciando sus sucias orejas. Pero ahora el que no entiende eres tu, lo has tocado con ternura y hablado con suavidad, mucho más de lo que en su vida a recibido, además de miles de "andate de aquí, córrete mierda" o un "sal de aquí" mientras lo amedrentan con un palo o una patada. Has cometido tu primer error, pero para él, es el gesto de aceptación más bello que jamás a recibido. Su cola ya no sólo se agita sino que su cuerpecito ahora es atravesado por un suave temblor de felicidad. "No seas malo, no me mires con esa cara ni intentes manipularme, a otro perro con ese hueso, yo no puedo cuidarte". Pero no le gritas, ni lo correteas, no puedes evitar sentir simpatía por él. Pasan los días y la secuencia se repite, el sigue ahí afuera de tu jardín, expectante a tu aparición. Una vez pones un pie fuera de la puerta el toma una botella y se acerca a ti. Tu has decidido ignorarlo, pero ya te está resultando difícil no ceder a su tenacidad y ternura.No sabes donde se alimenta, ni lo que hace mientras tu no estas, pero ya te has acostumbrado a su presencia. Un día cansado de fingir no verlo tomas una botella y la pateas muy fuerte, el corre raudo y vuelve dichoso con su testimonio. "bueno, eso es todo lo que has a tener de mi, un botellazo y un cariño de vez en cuando, ok?" el parece entender, no quiere nada más que un poco de tu atención, con eso le basta y hasta le sobra. Ahora pensemos que pasan semanas y cuando no lo ves lo buscas en el horizonte, estás tentado de ponerle un nombre pero sabes que eso sería un paso sin retorno en esta extraña relación que han establecido. Cada vez te cuesta más cerrar la reja del jardín y dejar afuera sus ojos tristones, pero tu gran problema ahora es que a tu pareja no le gusta este perro. Tu ya estás casi convencido, pero fuiste tu el que se negó a comprar un perro un tiempo atrás aduciendo problemas de plata y tiempo. Porque ahora tendrían que aceptar a este aparecido? "quizás de donde viene, que bichos tiene, míralo si es negro y feo". Pero tu ya claudicaste y lo encuentras hasta lindo. Tu relación con el es casi un affaire. en tu camino al autobús o cuando sales a barrer la calle, le hablas, pateas unas cuantas botellas, le acaricias la cabeza, le cuentas cosas y hasta le haces preguntas. Ha escondidas has comenzado a dejarle agua bajo el árbol por que el calor del verano es fuerte, y cuando nadie te ve  sales y le tiras por la reja los restos de la cena. El verano pasa y se viene el otoño. Una noche te despiertas con el ruido de la lluvia sobre el techo y piensas en el perro. Te levantas a mirar por la ventana para ver dónde está. Tu pareja sabe lo que piensas "y cuando haga frío lo vas a meter a la casa, y en un par de meses va a estar durmiendo entre nosotros" ""Pero si es un buen perro, es limpio, casi no ladra, es tenaz, terco y me quiere, aunque no se por qué. Sólo voy a abrirle la reja del jardín para que se guarezca en la casa. Se está mojando y me da pena dejarlo ahí" No hay respuesta, pero como tampoco hay oposición asumes que tu argumento ha sido aceptado y sales a buscarlo. Corres bajo la lluvia y abres la reja y le dices "ya, entra, apurate" el te mira confundido y no se mueve. Ven, ven, te estas mojando y yo también, no seas tonto. Sigue sin entender. Te acercas y lo empujas entra te dicen. Al día siguiente te descubres volviendo a casa con una bolsa de alimento para perros. El ya no sabe como responder a tanto cariño, ejecuta pequeños saltos y giros cuando te acercas,  tiembla, se frota contra ti. Por las noches sales al jardín a fumar un cigarrillo y el se sienta a tu lado. Tu le hablas de todo mientras le acaricias una pata, cuando te detienes el cambia de pata. La situación ya es claramente lo que es, un hombre y su perro, pero este perro no tiene nombre, te has negado o más bien te han prohibido que lo hagas. Pero secretamente tu piensas en el, como "el botella".  No puedes quejarte este animal es pura buena vibra y cariño, no provoca problemas y su compañía se agradece, ya no te esfuerzas en esconder tu simpatía por el. 
Un día al volver a casa, el botella no se levanta a recibirte, que te pasa te estas poniendo viejo y flojo le dices, pero al día siguiente lo mismo y cuando observas su plato ves que ni ha comido. ¿Que te pasa? ¿Te sientes mal? Llevarlo al veterinario sería definitivamente asumir que entre ustedes hay algo, así que te niegas por unos días. Pero la preocupación te gana y terminas llevándolo al doctor. Ahí el veterinario te explica que lo que tiene es una neumonía y necesita un tratamiento, esto significa medicamentos, dieta y por sobre todo el calor de una casa. Le dices que si a todo pero sabes que esto sera un problema al llegar casa. Antes de entrarlo, vas y hablas con tu pareja suavemente para explicarle lo que sucede. La discusión estalla y es acalorada. Pero al rato sales decidido y lo entras a la casa.  Las semanas de tratamiento se hacen eternas, y las discusiones también. Hasta que Un día agotado te ves mirándolo y le dices 
     ¿En que puto momento te convertiste en un problema? ¿Ahh? ¿Por que? ¿Por que si yo no te escogí ni te pedí que vinieras? ¿Por que yo? Me tienes bien cansado...
Supongamos que conoces la sensación.
No tengo idea como termina la historia. Te dije mi problema son los finales. 



domingo, septiembre 01, 2013

Sobre gustos no hay nada escrito...

Me gusta comer helado
jugar con mis sobrinas verlas sonreír es todo lo que necesito para seguir viviendo
me gustan los perros por su ternura y torpeza como mi Roque
y los gatos por su tenacidad y elegancia como mi Olivia
me gusta la lluvia, tanto para verla como para sentirla
me gusta manejar, escuchar música y cantar a todo dar dentro del auto
me gusta el fútbol y beber una copa de vino mientras fumo un cigarro
me gusta el silencio y las flores blancas del ciruelo que plantó mi abuelo
me gusta la honestidad y nobleza de mi padre y el amor infinito de mi madre
me gusta la voluntad incorruptible de mi hermana y la lealtad profunda de la otra
me gustan los ojos oscuros de mi hermano y la calidez que emana de sus manos cuando toca la guitarra
me gustan las ciudades grandes y bulliciosas
me gusta el agua de mi rio
me gusta Santiago después de la lluvia cuando florece blanca y majestuosa la cordillera
me gustan los hombres delgados y de ojos oscuros (aunque acepto otras versiones)
me gustan los libros aún cuando están cerrados
me gusta soñar
me gustan mis manos y mi boca, el pan, las paltas y el café
me gustan las noches calurosas donde puedo sentarme en mi balcón y beber un sour con lentitud
me gusta el olor de Concepción, olor a verde, olor a limpio
me gusta el otoño, el invierno, la primavera y el verano
me gusta nadar y sentir el agua fría taladrando mi cuerpo
me gusta el olor de las guaguas, la cerveza y bailar en una multitud
me gusta mi cara cuando sonrío
tocar mi pelo suave y mi voz
me gusta saber y estudiar
el olor de los libros nuevos
me gusta el sol bajo la parra de mi patio
fumar un pito y dejarme estar
las ballenas cuando cantan
el salmón y el maní
los puzzles y crucigramas
me gusta el beso áspero de mi gata y cuando se recuesta sobre mi espalda
el recuerdo del olor de Olivia
me gustan las multitudes y pasar desapercibida dentro de ellas
las uñas pintadas de rojo (sólo manos)
los zapatillas
los jeans
ver correr a los perros
ver trepar a los gatos
me gusta fumar un cigarro con un café y tomar café mientras fumo
los cuadernos en blanco
me gusta la historia porque es interpretable e inabarcable
me gusta la Violeta, su voz y su pena
me gusta la voz de mi madre al cantar
me gusta aterrizar pero no despegar
el pan con mantequilla
mi celular
me gusta Nicanor y su ironía
los abrazos silenciosos
las miradas cómplices
las manitas de Laura
el olor a naranja y canela
el queso crema
las  mandarinas 
y viajar sola
me gusta saber que siempre hay otro día
leer, discutir y opinar
creer en las personas
la frivolidad cuando es necesaria
me gusta la razón con fuerza y no la razón o la fuerza
me gusta caminar de la mano
sonreirle a mi vecino
sorprenderme
quererme
disfrutarme
y comer helado.

domingo, agosto 25, 2013

Con la Universidad tatuada en la piel.

Columna publicada en el Blog Bifurcaciones 

http://www.bifurcaciones.cl/2013/07/con-la-universidad-tatuada-en-la-piel/

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Cuando las Universidades se entrelazan con las ciudades, sus instalaciones pueden convertirse en lugares excepcionales. Hay casos, inclusive, donde la universidad como hecho construido representa lo mejor de la ciudad.  Y hay otros, los menos, cuando la universidad se convierte en parte medular de la identidad ciudadana. Eso ocurre hoy y ha ocurrido por décadas en Concepción. Este hecho cobra más valor en medio de las demandas estudiantiles por una educación de mejor calidad y del descrédito de algunas universidades por la oferta indiscriminada de carreras y sus aranceles usureros. Dentro de este panorama agrio la Universidad de Concepción mantiene un nivel de adhesión y representación popular insólita. Si bien adolece de muchos de los problemas de las universidades chilenas, sus estudiantes, los de ayer y hoy,  suelen aseverar que recibieron una educación de calidad, que cuentan con un titulo avalado por los años de tradición de la institución y que experimentaron una verdadera vida universitaria, donde la academia, la investigación y el intercambio cultural se conjugaban enriqueciendo el aprendizaje. De la misma forma, estudiantes, pero también académicos, fueron actores y espectadores de la puesta en escena de lo que podríamos llamar una ciudad universitaria, que se extendía más allá del campus. A saber: en los espacios de interacción generados por otros centros de estudio superior, en los sectores bohemios de Concepción, en los servicios asociados a la educación, en fin, en todas las actividades, usos y sinergias que la concentración de universitarios puede provocar dentro de una ciudad.

Pero más allá de la trinchera académica, los penquistas comunes y corrientes, los que con o sin medios diariamente ponen en marcha la ciudad y accionan sus espacios, son depositarios igualmente de un identidad, que toma forma en la imagen de la universidad y se cristaliza en su campus y edificios emblemáticos. ¿Por qué y como ha sucedido esto? Aquí algunas sugestiones.

Concepción le debe gran parte de su presente a la relación que por años ha mantenido con su principal Universidad. Círculo virtuoso que ha ido creciendo en el tiempo, y a través del cual ambas han prosperado y consolidado su lugar dentro del Concepción Metropolitano. Esta asociación ha dado lugar a que la identidad penquista sea subsidiaria de la influencia y presencia que la  universidad ejerce en la ciudad, no solo espacial sino también socialmente. Es por esto que la fidelidad de la población hacia la universidad, no reside particularmente en su prestigio académico sino en lo que ella representa como hito y referente emotivo dentro de la ciudad.
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La existencia de esta universidad, fundada a comienzos del siglo XX por un grupo de intelectuales progresistas, que cansados de esperar el financiamiento de un Estado lejano y centralista, se embarcaron en un proyecto visionario, ha traído beneficios a la ciudad. Esta última, por su parte, ha hecho lo suyo para potenciar esta relación de reciprocidad. Ha sido el espacio que ha acogido y sustentado a miles de sus estudiantes, ha sido generosa en términos urbanos considerándola  como elemento constituyente de la trama urbana penquista y por último se ha aliado a ella en numerosas actividades culturales y sociales que han enriquecido la experiencia ciudadana local. En este último plano, universidad y ciudad han creado una suerte de Industria cultural que ha dado a la región y al país no solo profesionales competentes sino también políticos, investigadores, científicos, poetas, artistas plásticos, actores y músicos de alta calidad. La Universidad de Concepción ha sido el gran generador de la oferta cultural de la zona, incluso en tiempos de represión y censura.
En termino urbanos su presencia cobra significado en el momento en que al caminar el campus y la ciudad, es difícil percibir donde termina uno y comienza el otro. Ambos espacios se han imbricado de tal forma que han intercambiado y fortificado papeles, en donde la Ciudad se ha convertido en Ciudad Universitaria gracias la Universidad, y el Campus se ha hecho ciudad gracias a la misma. La aleación forjada ha generado una idea de unidad tal, que no concibe su existencia sin alguna de las partes. Esta suerte de romance ha convertido el campus universitario en el principal parque y paseo de la ciudad y, sus edificios han devenido en los símbolos que identifican Concepción transversalmente.

En lo social, el papel de la Universidad es extenso. Entrega miles de beneficios no sólo a aquellos emparentados por lazos de trabajo y estudio, sino que además cumple una labor de vinculación con la sociedad penquista, que se expresa a través de su trabajo médico en el Hospital Regional (público) y la Clínica Universitaria (privada), su labor cultural a través de la Corporación Cultural, la Orquesta y el Coro Sinfónico, y su trabajo comunicacional a partir del canal de televisión, la radio y el diario, entre muchos más ámbitos donde expresa su influencia.

Esta multiplicidad de intervenciones ha ido dejando miles de huellas dentro de Concepción. Huellas que los penquistas hemos asumido como marcas de nacimiento. No nos cuestionamos el hecho que tanto los emblemas (escudo y bandera) de la ciudad compartan exactamente los mismos colores que iguales símbolos de la Universidad. Sabemos el himno de la institución y conocemos sus edificios y espacios como si pertenecieran a nuestro patio trasero. Nos parece natural que la Universidad sea omnipresente en la ciudad y asumimos que sus terrenos son tan nuestros como del resto de todos los penquistas. El campus con su carácter bucólico, democrático y protegido se ha convertido en el espacio público por excelencia de la ciudad. La universidad ha manejado con maestria la relación que éste mantiene con la población, donde de forma imperceptible se ha instalado el sentido de propiedad que los penquistas siente sobre el lugar. No por nada, el campus tiene algo de sacrosanto para los penquistas. No se ensucia, no se rompe, no se ofende. Sus cuidados jardines y espacios públicos son utilizados por cientos de personas que especialmente los fines de semana disfrutan de un momento de esparcimiento paseando con sus familias y mascotas, a pie o en bicicleta. Prueba de este sentimiento de respeto  es que a pesar de contar con valorizado equipamiento, de carecer de barreras de seguridad, la universidad no fue saqueada tras el terremoto del 2010. A diferencia de cientos de otros establecimiento, comerciales (estaciones de gasolina, supermercados, farmacias y otros), las sedes universitarias resultaron indemnes.

Desde antes de la dictadura y durante ella, el campus universitario y sus contornos se convirtieron en el espacio de la expresión del descontento ciudadano. La universidad se transformó en uno de los principales espacios donde se expresó, la disidencia al régimen autoritario. En ella se podían discutir temas de actualidad y desarrollar actividades culturales que fuera de ella hubiesen sido consideradas subversivas. Hoy en día vuelve a albergar las demandas estudiantiles y sus manifestaciones.  Estas protestas sociales han atacado el mobiliario de la universidad en contadas excepciones; más bien arremeten contra el que rodea sus límites. Sus deslindes pasan a ser la frontera que separa el “mundo ideal” de la conflictiva realidad. Este espacio quimérico es personificado por la universidad, donde ésta es visualizada por los individuos como el lugar de la libertad de expresión, del ejercicio ciudadano, donde se puede debatir, escuchar y ser escuchado, y donde se respeta y fomenta la pluralidad. Mas allá la ciudad, con su rutina previsible, se yergue como la expresión vívida del mundo real con su desarrollo inequitativo y poco democrático, y se convierte, por tanto, en el blanco donde plasmar la decepción.

Lejos de una apología sobre Concepción y su universidad, lo aquí sostenido se sustenta en un trabajo investigativo amplio que a través de entrevistas, mapas y fotografías evidenció de primera fuente este fenómeno de identificación social. La Universidad de Concepción no es solo una universidad alojada en la ciudad es parte constituyente de la estructura urbana, forma y funcionamiento de la comunidad penquista. Cabe preguntarse como una experiencia de este tipo se ha dado lugar, sin una alianza premeditada de las partes y como fruto de esto se ha originado este compromiso simbólico que se extiende democráticamente entre todos los habitantes de la ciudad. Es lo mínimo que podemos preguntarnos como ciudadanía para que casos como este se multipliquen en nuestras ciudades.

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viernes, abril 08, 2011

El (escrito hace mil años)

Él, no tenia muy claro cuanto tiempo había caminado, había poco de voluntad en sus movimientos, tan sólo se dejaba llevar, un extraño hueco en su interior lo hacia moverse. No supo cuando su cuerpo lo llevó a la estación. Miró a su alrededor, hacia frío, el vacío en su interior volvió a remecerlo, decidió seguir caminando, probar por si acaso engañaba al sentimiento. De pronto, cuando ya comenzaba a retirarse, sintió un ruido lejano que se acercaba, y de improviso el estruendo de la bocina y esa luz enceguecedora. Fue tanto su estupor, que no supo cuando ni  como se vio frente al tren detenido, giró sobre si mismo, como preguntándose que hacer, en quién creer y de nuevo la misma pregunta, ¿hasta donde?, ¿hasta donde? …. Subió. En la oscuridad del coche tanteó la situación, todos los asientos ocupados. Tropezando e intentando no hacer  ruido, caminó a través del vagón. Nada. A un lado y al otro, hombres, mujeres, niños durmiendo, de a uno, de a dos en un asiento. Al final, la silueta de una mujer extendida sobre dos asientos. Se preguntó si despertarla, pedirle lo dejara sentarse ahí. Pero antes de que terminara de pensar, ella se levantó, acomodó su cuerpo contra la ventana y sin ningún gesto aparente le cedió el asiento a su costado. Él, se sentó un tanto turbado, creyó haberla molestado, pero mientras el tren partía olvidó a la mujer, y se entregó al movimiento de la maquina. Ahí, una vez sentado volvió a sentir el dolor. Pensó que habría sido mejor  seguir caminando, haciendo como que nada pasaba, intentando seguir queriendo, intentando olvidar. Por primera vez en mucho tiempo había tomado una decisión, pequeña, pero decisión al fin. Se sintió tranquilo, nervioso, pero tranquilo, después se verá, pensó. Acomodó su cuerpo en el asiento y comenzó a intentar olvidar todo aquello que intentaba olvidar cuando intentaba dormir, pero cuando casi lo lograba, sintió que la mano a su costado buscaba la suya. Casi dormido le entregó su mano a la mujer a su lado. Ella, la apretó ansiosa, nerviosa, helada. Él, pensó en decir algo pero no pudo. Ella se recogió a su costado y apoyó su cabeza contra su hombro. Él dejó que ella se cobijará contra su cuerpo, sintió el frió de su figura y la abrazó. El abrazo se extendió unos largos pero intensos minutos, de pronto, ella, comenzó a llorar. Él extendió sus manos y secó sus lagrimas, apretó aún más el abrazo y no dijo nada, ella lloraba, el intentaba demostrarle con su abrazo que estaba ahí, con ella, sin ninguna razón, que iba a abrazarla todo el tiempo que fuera necesario, aunque no supiera por que, aunque no imaginara adonde iban o lo que venia. Él sintió una extraña, añorada y nostálgica paz al cobijarla. Ella paró de llorar, secó sus lágrimas, y a tientas en la oscuridad busco su boca. Él se entregó a ese beso, y a los tantos que le siguieron, sus manos tantearon su cara y le gusto saber que no sabía quien era. Ella lo acarició, lo apretó, lo olió y lo siguió besando. El amanecer los encontró desnudos en el último asiento del tren, bajo la mirada atenta, asombrada y prejuiciosa del resto de los pasajeros. Ella recogió del suelo una manta y los cubrió a ambos con ella. Allí, desnudos bajo la manta por primera vez pudieron ver sus caras. Él le sonrió. Ella también. Sin palabras volvieron a abrazarse, el tren seguía moviéndose pero el ajetreo del resto de los pasajeros hacia inminente la llegada a alguna estación. Ella sin mirarlo le dijo “¿te importaría que ahora que nos conocemos, no volvamos a vernos más?”, él sorprendido preguntó “¿Por qué?”, “porque soy letal” respondió ella. Él calló por unos instantes, y luego dijo “sólo quiero verte feliz”, “no puedes” refutó ella, él intento voltear su cara para mirarla a los ojos, al encontrar su mirada descubrió que ella lloraba una vez más, “bájate aquí” le dijo ella, “bajemos juntos” le respondió, “no puedo”, “por favor deja que me quede”, “no necesitas un problema como yo, tu ya sabes hasta donde puedes perdonar, ya hiciste este viaje, yo soy solo una pasajera en tránsito”, “déjame ayudarte, no voy hacerte daño”, “Muy tarde, ya me lo hiciste”

viernes, octubre 01, 2010

MI GATITA LESA

HACE UN AÑO QUE TE EXTRAÑO
HACE UN AÑO QUE ME FALTAS

HACE UN AÑO QUE TE VEO POR EL RABILLO DEL OJO EN CADA RINCON DE LA CASA

LA GRAN MAYORIA DE LAS PERSONAS NO ENTIENDE MI DOLOR NI LA DIMENSIÓN DE TU AUSENCIA

¿Y QUE NOS IMPORTA OLIVIA?

SABE SEÑOR, SEÑORA, YO NO TENGO HIJOS, NO TENGO PAREJA, VIVO SOLA A 500 KILOMETROS DE MI FAMILIA, PERO TENGO A MI GATA, MI MEJOR COMPAÑERA

¿A QUIEN DEBEMOS EXPLICARSELO?

SI TU Y YO JUNTAS ERAMOS EL MUNDO, LO SABIAMOS Y CON ESO BASTABA.

POR ESO TE EXTRAÑO, PORQUE EL MUNDO SE HIZO MÁS DURO SIN TI PERO SIN DUDA MI MUNDO JAMÁS HABRÍA SIDO LO MISMO SIN TU EXISTENCIA.

GRACIAS POR VIVIR JUNTO A MI POR 10 AÑOS EL REGALO DE TU GRACIOSA PRESENCIA.

domingo, agosto 29, 2010

MUCHO MAS QUE SUERTE

TIENES SUERTE
TIENES MUCHA SUERTE

TIENES UNA MAMÁ CON LA FUERZA Y TEMPLANZA DE UNA ROCA, LO QUE A ELLA LE FALTA EN TERNURA LO TIENE TU PAPÁ. YA TE LO DIJE UNA VEZ CUESTA NO AMAR A ESE HOMBRE Y DE SEGURO NO SERÁS LA EXCEPCIÓN.

TIENES 4 ABUELOS FANTÁSTICOS, HASTA BISABUELAS TIENES.

TIENES MUCHOS TIOS ALGUNOS MÁS LOCOS QUE OTROS, PERO TODOS DISPUESTOS A CUIDAR DE TI.

TIENES UNA PRIMA, UNA NIÑITA BRILLANTE, LUMINOSA Y REGALONA, A LA QUE LE COSTARÁ CEDER SU REINADO PERO DESDE YA TE HAS ADJUDICADO EL PRINCIPADO (luego entenderás que es mejor no pelear por tonteras y menos con Amanda)

TIENES UNA FAMILIA GIGANTE Y AMOROSA

Y ME TIENES A MI.

¡DIABLOS EMA!

TIENES MUCHA SUERTE

Lo justo es justo

No sólo a Ema le escribí, hace 7 años atrás está carta fue escrita una semana antes de que Amanda llegara a este mundo.

AMANDA:

Mariposita de mis sueños ¿Cuándo vienes a despertarme? Tengo tantas cosas que decirte, que contarte. La ansiedad por verte me emociona. El hermoso capullo de la guata de tu mamá en que te escondes, es inexpugnable a mis interrogantes. Yo se que es rico ahí dentro, y que aquí afuera no será siempre así. Pero la vida se te da para vivirla. No nos quites el placer de conocerte.

Vas a crecer hermosa
Vas a soñar hermosa
Vas a gozar hermosa
Tu risa prendera nuestros corazones y caeremos rendidos a tus pies.

Ven, vamos, quiero contarte tantas cosas; que tu mamá es una mujer hermosa por todos lados, mañosa y regalona, pero leal, honesta y consecuente como pocas. Que tu papá es el hombre más dulce que he conocido, a pesar de su laconismo comunicativo.

Que tu abuela es una vieja catete, inteligente y sensible; un poco fallada de fábrica (solo técnicamente) pero compañera fiel y valiente. Que seguramente olvidará un poco su vida para hacer la tuya mejor.

Que tu abuelo es un viejo chamullento y porfiado, pero capaz de amar de la forma mas especial que he conocido. Dueño de un carisma y paciencia que sólo nosotros podemos apreciar.

Que tu tío Antonio te ha esperado con ansias, que con gusto te cederá su lugar de regalón, que cuando está alegre, estamos todos alegres y si está triste nos parte en dos. Un hombrecito precioso.

Que tu tia Flavia posee la voluntad más fuerte del mundo y de seguro aprenderás mucho de ella. Que su inteligencia llega a traicionarla. Que no conoce el rencor y que cuando se olvida de alegar por algo, es la mujer más cándida que existe.

Y finalmente yo. Ya sabrás como cuesta reconocer tus propias virtudes, mucho más que tus defectos. Eso lo dejaré a tu juicio. Sólo decirte y repetirte, que aún sin verte la cara, creo que me va a faltar fuerza (algo que suele ocurrirme) para contarte que te espero, que vivir es bueno, que siempre vale la pena y que yo siempre estaré dispuesta a hacer de tu camino un poco más sano, mejor y entretenido.

Apúrate, empuja!
Gracias por venir mariposita
Rompe el capullo

Ema


Después de tanto dolor, jamás creímos que algo podría sanar las heridas, pero tu fuiste la razón para levantarnos. La razón para comprender una vez más "que vivir es duro y se es feliz apenas" y que hoy ese apenas eres tú. Entonces, olvidamos los escombros, nos sacudimos el polvo, perdonamos el abandono y guardamos el pasado donde pertenece, tras nosotros.

Y así, ya limpios y de pie nos entregamos a la dulce y ansiosa espera de tu llegada.

Llegas a ensanchar nuestros corazones, a demostrar nuevamente que no existe límite para amar.

Llegas a decirnos que vivir siempre es bueno (y mira quien te lo dice)


Tú tía Daniela

martes, junio 01, 2010

Cuando lo conozcas, verás que es bello por dentro y por fuera, de pies a cabeza.
Cuando lo conozcas, notarás que está hecho de madera noble, pura y fuerte.
Cuando lo conozcas, olvidarás el calor de tu hogar y te entregarás gozosa al calor de su abrazo.
Cuando lo conozcas, aprenderás el valor del silencio y no derrocharás palabras.
Cuando lo conozcas, sabrás con certeza que la vida es frágil y hermosa, y debes vivirla con mesura y honestidad.
Cuando lo conozcas, entenderás la palabra nobleza y no la olvidarás jamás.
Cuando lo conozcas, sabrás que existe un milagro en la vida que te ha antecedido.
Cuando lo conozcas, en cuanto lo conozcas Ema, te vas a enamorar de tu papá.