Translate

sábado, abril 05, 2008

Para no creer más en la poesía

En un abrir y cerrar de ojos, aquello que fue mío por mucho tiempo, ya no lo era. Mi limitada capacidad cognitiva por mas que lo intenta no logra, ni comprenderlo, ni asimilarlo. Azoto mi cabeza contra la pared, como queriendo generar un surco por donde aquella infalible verdad ingrese, y se instale en mi porfiado entendimiento. Finalmente, a regañadientes, entra. Busca con poco afán un espacio donde ubicarse, Se acomoda, mira a su alrededor, reconoce algunas caras, pero percibe en sus actitudes algo extraño, como si no quisiesen mirarlo a la cara, evitándolo, a todas luces, ignorándolo. Cuando consigue superar la indiferencia que le rodea, comienza la dolorosa travesía ¿tuyo, mío, nuestro?, ¿de quien? Incluso yo ¿a quien pertenezco? Recuerda haber escuchado miles de veces ¿Quién es tu hombre?, ¿Dónde está mi mujer? Y vuelve a preguntarse ¿tuyo, mío, nuestro?
¿En que momento ese algo fue tuyo o mío? ¿En que momento entregaste tu esencia a un otro y creíste poseer la de él?, ¿Cómo pudo existir propiedad sobre algo tan intangible? ¿Cómo pudiste creer que eso último que tenemos, eso único que finalmente nos pertenece, eso que jamás nos dejará u olvidará: nosotros mismos, podía ser cedido, entregado, regalado, incluso envuelto en un hermoso papel, aunque a ello lo acompañaran la mas verdadera de las intenciones? Nadie puede regalarse, nadie puede por mas que su ser se lo pida, entregarse a si mismo, entregar lo único que tendrá por siempre, puede creer que lo hace…¡Pero no! No es posible, no es posible aplacar tu luz para iluminar la de otro, entregar tu esencia, porque no existe el vacío en el ser, porque sin esa luz ya no serás nada, nada más que un cuerpo bello pero vacío.
Creí tenerlo, creí cederlo, pero hoy, embarrada en el dolor, descubro al menos este pequeño consuelo. No fuiste mío, no fui tuya, jamás serás de nadie…

No hay comentarios.: